Llegar a Primera : cómo se forma un futbolista en Argentina

Abstract

Esta tesis analiza la formación de futbolistas profesionales. Con ese horizonte se realizó un abordaje etnográfico del proceso de adopción del gusto por la práctica futbolística y de las relaciones y sentidos que circulan en los clubes formadores, para lo cual se llevó a cabo una investigación sostenida sobre cinco objetivos específicos: (1) comprender cómo se produce la adopción del gusto por el fútbol y cómo surge la aspiración por convertirse en profesional; (2) indagar si la aspiración de movilidad ascendente es determinante en la adopción de la carrera (3) reconocer los capitales necesarios para que un juvenil pueda desarrollarse dentro del campo futbolístico; (4) cómo es formado un futbolista desde la perspectiva de las instituciones y (5) describir qué sueños y aspiraciones asocian los jugadores a la carrera futbolística para comprender de qué maneras dichas aspiraciones influyen sobre la reproducción de las carreras de los juveniles. La metodología de investigación incluyó tres estrategias de construcción de datos: una observación participante en las categorías juveniles de un club de fútbol entre 2019 y 2022; en segundo término dieciséis entrevistas en profundidad con juveniles de la categoría 2002 y cinco a padres de los jugadores; y finalmente una encuesta auto-administrada con 39 preguntas orientadas a indagar sobre las condiciones socioeconómicas con las que atraviesan sus carreras. Entre los resultados del trabajo se observaron los modos en que influye la familia, y específicamente las figuras masculinas adultas, en el acercamiento del niño al deporte, así como la importancia de la figura de los entrenadores en los primeros años formativos para que se produzca el apego de los niños al fútbol. Se muestra que las sucesivas selecciones para integrar equipos y la participación en actividades interfamiliares en el espacio del club generan que los jugadores sean etiquetados como talentosos, que se propicien posiciones honradas en ese espacio social y que eso impulse a los niños a convertirse en “proyectos”. Se sostiene asimismo que este etiquetado es performativo y que constituye uno de los factores que propicia el apego de los aspirantes a la carrera. En tanto, la indagación sobre las condiciones socioeconómicas en las que los juveniles llevan adelante sus aspiraciones dio como resultado una clasificación con tres niveles de dificultad de los juveniles en función de darle continuidad a sus carreras. Los datos construidos muestran que el 45% de los juveniles encuestados se encuentra exentos de conflictos socioeconómicos para la práctica futbolística, que el 31% se encontraba con dificultades reducidas u ocasionales y un 24% con dificultades severas o estructurales para la práctica futbolística. Las condiciones socioeconómicas también fueron analizadas desde su dimensión significante y se expresa que la carrera futbolístca se encuentra mediada por una alteridad que nace en “el barrio”, y que opone el fútbol a las “malas juntas”, concepto que aglutina a los pares de los aspirantes que pasan el día sin horizontes, objetivos y sin un esfuerzo cotidiano para alcanzarlos. Es esta alteridad la que establece una frontera simbólica y punto de diferenciación que posibilita la construcción de un relato sobre sí mismos que propicia el compromiso con el fútbol a través de la creencia en el esfuerzo y la autodisciplina como motor de desarrollo. Se observó la carrera futbolística en vínculo con la estructura de oportunidades y se presenta que el fútbol constituye para los aspirantes una apuesta que ofrece prestigio, aventura y la posibilidad de llevar a cabo una vida con características excepcionales respecto de las posibilidades a las que de otra manera tendrían acceso. Se expresa además que el colegio secundario adquiere una posición subalterna respecto de la carrera futbolística, motivada por las promesas que ofrece el fútbol, por las altas exigencias que requiere la competitividad y por la mirada peyorativa que se construye en los clubes respecto de la escolaridad. Se muestra asimismo que capitales como el social y el económico son subalternos respecto del deportivo y el corporal y que parte de la formación involucra el aprendizaje de las cualidades que se esperan de un futbolista para poder exponerlos en pruebas y visorías. Se describen las tácticas a las que apelan los juveniles para ser observados y considerados por un abanico de actores, entre los que se incluyen entrenadores de otros clubes, allegados a la familia, compañeros de equipo y potenciales representantes. Se analizó esta pugna a partir de la noción de campo de Bourdieu y, debido a que priman los capitales deportivos, se presentan limitaciones para su aplicación. Se encontraron cuatro alteridades respecto de las cuales el club construye su identidad como institución formadora: el colegio secundario, el barrio, la escuelita de fútbol y las familias de los jugadores. A través de esas alteridades -y en un relato que vincula desarrollo deportivo con el carácter social de los clubes- se muestra que la formación futbolística tiene como horizonte la construcción de individuos con autodisciplina, que en ese proceso se diferencien de la figura del barrio y que sean subalternos respecto de las autoridades del club. Se observaron paralelismos entre el proceso formativo y la teoría foucaulteana de la disciplina, pero se establecieron discrepancias con las lecturas que -a partir de Foucaultanalizan la formación en términos de sometimiento. Finalmente, el estudio dio como resultado una discrepancia con las posiciones teóricas que analizan las categorías sueño, aspiraciones e imaginación a partir de su capacidad de “fundar lo real” y generar una ruptura respecto de las condiciones materiales. A partir del estudio realizado se propuso en respuesta que los sueños son contingentes, que la capacidad de aspirar se transforma y opera a partir de concreciones y realizaciones intermedias, y que en el caso de los futbolistas eso está determinado por los resultados deportivos que logren demostrar.